¿Y tú, qué sabes de la calidad de las #AppSalud ?

¿Y tú, qué sabes de la calidad de las #AppSalud ?

La salud móvil (o m-Health en inglés) se define como “la práctica clínica y de salud pública que se realiza con la ayuda de dispositivos móviles como los teléfonos móviles, los “wearables”, los asistentes digitales personales (Google Home, Alexa, etc.) y otros dispositivos inalámbricos.

A estas alturas de 2018 no hay duda de que ha llegado para quedarse.

El máximo responsable de esto ha sido sin duda el “smartphone”, una tecnología cuya adopción por parte de la población mundial ha sido masiva y muy rápida, penetrando en España prácticamente en un 100% de los usuarios de telefonía móvil (y en un 80% del total de habitantes), y provocando que la mayoría de nosotros nos conectemos diariamente a internet a través de este tipo de dispositivos,.

Tener internet en la palma de nuestra mano ha conseguido que hayamos sido testigos de la eliminación progresiva de todo tipo de barreras a la hora de comunicarnos, acceder a información e incluso a realizar diverso tipo de actividades laborales y/o productivas (sobre todo aquellas barreras temporales y geográficas). Esto ha ocasionado un cambio tan transversal y beneficioso en todos los sectores productivos del mundo, que era inevitable que no llegara a la sanidad.

Tras la aparición de los primeros teléfonos móviles inteligentes comerciales (Iphone en 2007, los de Samsung a partir de 2008) y de forma paralela, las aplicaciones móviles (“apps”) también emergieron de forma exponencial, contando actualmente con más de 79.000 apps de salud , (incluyendo sólo la categoría Medicina. Si añadimos la categoría Bienestar & Fitness éstas aumentan a más de 300.000).

Como todo producto de consumo (digital o no), podemos entender que la calidad de las mismas puede variar considerablemente de una a otra.

En el entorno sanitario esto tiene especial relevancia, ya que la salud de las personas está en juego. Clásicamente la incorporación de tecnología o de productos sanitarios a la práctica clínica en centros públicos va precedida siempre de una evaluación por parte de las administraciones sanitarias competentes, pero en el caso de las aplicaciones móviles, no disponemos actualmente en España de un marco legal regulatorio ni de un organismo evaluador que certifique la calidad de las aplicaciones o dispositivos móviles con potencial utilidad sanitaria. Por ello, la circunstancia tan democrática de que “cualquier persona” pueda crear y publicar una app de salud en las tiendas habituales de aplicaciones se convierte en un peligroso inconveniente (ya que ni Apple ni Google actúan de evaluadores ni incorporar filtros de calidad para su publicación en la tienda).

Por tanto, hoy por hoy, los profesionales de la salud nos encontramos con dos posibles situaciones:

  1. No usamos aplicaciones móviles en el ámbito laboral y esperaremos a que estén aprobadas oficialmente como productos sanitarios para utilizarlas y “prescribirlas”. Si un paciente nos pide que le recomendemos una app, le hacemos firmar un consentimiento informado por si acaso y le respondemos sin mojarnos mucho que puede usar “tal cual app” que no va mal para lo suyo.
  2. Queremos usar apps como herramienta de trabajo ya que nos aporta valor en nuestro día a día, y además, debido a que en ocasiones los pacientes nos piden consejo profesional para usar una aplicación móvil de la que pueda beneficiarse, vemos positivo que autogestione su enfermedad de una forma corresponsable y ayudado por determinadas apps de salud.

En este segundo caso es cuando la responsabilidad de tener que saber diferenciar cuando una aplicación es de calidad o no lo es recae sobre el profesional sanitario. Por ello, tanto a la hora de plantearnos descargar y usar una aplicación móvil de salud para ayudarnos en nuestra actividad laboral como al recomendarla a un paciente o cuidador, resulta de vital importancia reconocer cuales son los criterios de calidad que hay que tener en cuenta para evaluar una app de salud, y que son diversos y heterogéneos .

Según  diversos grupos de expertos (NHS , AppSaludable, Fundación iSYS….) podemos decir de forma resumida que se estos dividen en 3 dimensiones:

*Dimensión 1: CALIDAD GENERAL

Hace referencia a criterios de calidad generales, no exclusivos de las aplicaciones de salud, tales como:

  • Privacidad y confidencialidad de los datos: En la aplicación se hace mención explícita del tratamiento que se hace de los datos personales del usuario (acorde a la LOPD y RGPD europeo).
  • Seguridad: La aplicación tiene un protocolo de seguridad que protege al usuario de posibles ataques malware.
  • Legalidad: Sobre todo que esté disponible en tiendas oficiales, ya que en este aspecto si que Apple y Google actúan de filtro en la mayoría de casos.
  • Estabilidad técnica: Vamos, que funcione y no se caiga cada dos por tres.
  • Autoría y propósito de la aplicación.
  • Declaración de posibles conflictos de intereses.
  • Fecha de última actualización.

*Dimensión 2: EVIDENCIA CIENTÍFICA Y SEGURIDAD CLÍNICA:

Sabemos que únicamente una pequeña fracción de las #Appsalud disponibles han sido evaluadas científicamente (y además la evidencia en muchos casos es de baja calidad).

  • Existencia de Ensayos clínicos apropiados que evidencien la utilidad de las apps en pacientes concretos que determinen la eficacia y seguridad de la app.
  • Seguridad clínica: Como cualquier intervención sanitaria, lo primero es no hacer daño. Por ello, igual de importante es que la aplicación sea segura como que sea efectiva.
  • Implicación de profesionales de la salud en el desarrollo de la app.
  • Se citan fuentes bibliográficas de evidencia científica que sustenten lo que ofrece la aplicación.

*Dimensión 3: USUARIO-CENTRISMO

A la hora de idear, diseñar y crear cualquier producto digital una de las premisas principales es que éste responda a las necesidades del “usuario” final, por lo que es de vital importancia contar con él/ella en todas las fases del proceso desde el principio (en nuestro caso, con pacientes o cuidadores, profesionales sanitarios o ciudadanos).

No cumplir con esto puede acarrear posteriormente numerosos inconvenientes, destacando el que nuestra “app” se convierta en una aplicación “zombie”, como más del 90% de las aplicaciones de nuestros teléfonos móviles…. (si si, el tuyo también…haz la cuenta si quieres).

Por todo ello es fundamental darle la importancia que se merece a las necesidades individuales del grupo o perfil de paciente para el cual estamos ideando o desarrollando la aplicación. Entre otros, destacamos:

  • Accesibilidad (precio) y disponibilidad (sistemas operativos y plataformas).
  • Diseño y facilidad de uso de la app.
  • Usabilidad y experiencia del usuario: Existe una escala que mide la calidad de la experiencia del usuario con aplicaciones de salud, lo cual nos puede ayudar para validar la nuestra app.
  • Capacidad de “enganche” de la app (seguramente habrás oído eso del “engagement”, pues eso).
  • Inclusión de algún tipo de juego (gamificación) y/o participación social en la app. muy relacionado con el anterior punto.
  • Idioma adecuado.

Fig.1 Pirámide de criterios de calidad #Appsalud.

Tan importante es este asunto de la calidad de las aplicaciones móviles de salud y tanto se está desbordando, que en un artículo reciente de JAMA se debate la necesidad de establecer para cada #AppSalud un resumen con información sobre todos estos criterios, a modo de “etiquetado nutricional”, incluyendo su indicación terapéutica (como si fuera un medicamento, por ejemplo).

Fig 2. “Health App Grading” (adaptado de referencia 13.)

Una vez hemos visto por encima qué criterios son los que determinan la calidad de una aplicación de salud, dejo en vuestras manos la elección del primer análisis Fanzinero que haremos de #Appsalud.

Para ello podéis votar en Twitter cual de las siguientes aplicaciones móviles queréis que sea analizada en el siguiente número de Fanzine:

(Si queréis otra dejadlo en comentarios).

→ Escaneando este QR podéis ir directamente al tuit de la votación:

BIBLIOGRAFÍA

  1. World Health Organization. mHealth: new horizons for health through mobile technologies. Geneva, Switzerland: World Health Organization; 2011.
  2. We are social & Hootsuite. Digital in 2018:Essential Insights Into Internet, Social Media, Mobile And Ecommerce Use Around The World;2018. Disponible en el enlace.
  3. Ditrendia. Informe Mobile en España y en Mundo 2018; Disponible en el enlace.
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