#enfermeriaenlared: Diciembre 2020

person with a face mask and latex gloves holding a globe Photo by Anna Shvets on Pexels.com

Antes de la llegada de la Covid-19 al mundo y a nuestras vidas, vivíamos inmersos en una vorágine tecnológica, social y de vida sin darnos cuenta de nada. Sin plantearnos si lo que hacemos está bien o está bien. Sin analizar si el sistema necesita un cambio, o no. Sin romper viejas costumbres, inercias y rutinas.

Nunca antes nadie había sido capaz de parar el mundo, de darnos un golpe tan certero capaz de replantearnos absolutamente todo, al menos por un momento, y hacernos una pregunta: ¿qué estamos haciendo?

Esta pregunta puede aplicarse a todo, a nuestra vida, sociedad, trabajo, profesión, formación, sanidad, sistemas, circuitos asistenciales, humanización, personas.

Después de la primera ola dijimos que saldríamos más fuertes, mejores. Pero se fueron los aplausos y con ellos, los profesionales sanitarios recibimos en su lugar puñaladas, unas tras otras. De héroes a villanos, hasta convertirnos en culpables, no sabemos bien de qué.

En tiempos de caos e incertidumbre afloran las necesidades más básicas de los humanos, todo el mundo busca sobrevivir y trata de salir adelante como sea. Se buscan culpables y se machacan a quienes dan la cara. Lo que sea para sentirnos mejor. De repente se pierde toda la solidaridad del confinamiento y el egoísmo sale de nuevo a la luz. 

No soy quien para juzgar a nadie ni a nada, pero si debe servirnos este 2020 para reflexionar, o como suelo decir, para “hacer un pensamiento” y replantearnos absolutamente todo. 

Dejemos ya de buscar culpables y empecemos a ser parte de la solución a toda esta situación que vivimos, que por cierto, ha venido para quedarse, para cambiar el mundo, para acelerar, para impulsar y para conseguir, por fin cambiar el sistema, porque si no aprovechamos ahora, ¿cuándo lo vamos a hacer?.

Estamos en el momento perfecto para liderar el cambio y que por fin, de una vez, las enfermeras seamos el motor y fuerza del sistema sanitario. 

Este año 2020, que era el año de la Enfermería y las Matronas hemos tenido un reto que nadie imaginaba, y sin embargo hemos estado al frente de esta pandemia en primera línea, nos hemos adaptado rápidamente a las circunstancias, nos hemos dejado la piel debajo de equipos de plástico y la sociedad nos ha visto darlo todo. Ha sido duro que haya tenido que ser así, pero pensar por un momento todo lo que hemos conseguido gracias a la pandemia.

…enfermeras en todas partes liderando…

Hemos trabajado en equipo, enfermeras en todas partes liderando comisiones Covid-19 para reestructurar hospitales, para cambiar circuitos, para seguir atendiendo a la ciudadanía, en centros de salud, en residencias, en todas partes. 

En este fatídico año, las enfermeras hemos luchado por los pacientes, por su salud, aunque hayamos perdido la vida en ello ( sirva esta mención de homenaje a las víctimas por Covid-19). Hemos seguido dando visibilidad, ejerciendo liderazgo y la sociedad ha reconocido nuestra labor. Pero tenemos que seguir trabajando para ello, mejorar el acceso a la salud, garantizar la atención y sobre todo, tener el coraje y la valentía para de una vez por todas exigir el lugar que nos corresponde, con el reconocimiento que merecemos y ocupando puestos en políticas sanitarias.

Este año 2020 hemos recibido el Premio Princesa de Asturias a la Concordia, también nos han dado el premio “Mujeres de Europa”, hemos sido portada del Time y de muchas revistas de prestigio a nivel internacional. Nos han dibujado graffitis por todo el mundo. Todos estos reconocimientos están muy bien, pero lo que realmente necesitamos es el reconocimiento político, tener representantes del colectivo que realmente sean competentes y trabajen precisamente en eso, en representarnos de verdad. 

Y que no tengamos que andar justificando o demostrando el por qué una enfermera está en un puesto de gestión, político o de directora de alguna organización sanitaria. Las Enfermeras tenemos competencias y estamos sobradamente preparadas para ello.

Por todo esto y por mucho más, esta pandemia debe servirnos para trabajar en el liderazgo de la profesión enfermera. Una vez más, se ha puesto de manifiesto la carencia del sistema sanitario, la falta brutal de recursos y no son materiales. Señores políticos, lo que faltan son enfermeras, TCAE’s, celadores, médicos, psicólogos…..no más hospitales hechos en tiempo récord sólo por cuestiones políticas, por ponerse medallas o por salir en la foto. 

¿No hemos aprendido nada? Lo que hace falta es aprovechar absolutamente todos los recursos de los que disponemos en el sistema sanitario, dejar de hacer lo que no aporta valor ni da resultados y empezar a hacer lo que sí, lo que realmente necesita la población, que es mejorar su salud y no contagiarse. 

Son tiempos de cuestionarnos absolutamente todo, de aprender de lo que se está haciendo bien en otros lugares y aplicarlo en nuestro sistema. Ahora que se han cambiado circuitos, procesos asistenciales. Ahora que el ecosistema digital se ha visto acelerado y empezado a implementar, es el momento del cambio. 

No será fácil, las resistencias, las inercias, los muros y las dificultades van a seguir estando ahí. Pero es el momento de plantearnos y pensar y todo lo que vendrá después de la Covid.19 y que ya empieza a vislumbrarse lo que está por venir. 

La salud mental de toda la sociedad se ha visto muy afectada, se van a necesitar estrategias y recursos para atender a la población en este campo. La cronicidad, la dependencia y el envejecimiento también están ahí, agravándose por momentos, ya que ha sido abandonada durante la pandemia. Ni que decir tiene que lo peor está por venir y lo veremos en el sistema sanitario.

También tenemos que hablar de la “H”, la humanización, tan duramente golpeada en esta pandemia. Todo lo avanzado en humanización se ha visto afectado y tocará volver a trabajar por una atención más humana. Imposible ver esta humanización en ese nuevo hospital inaugurado en Madrid, que tanta polémica y opiniones está generando. En fin, aquí hay muchas cuestiones que abordar, porque quienes atienden a las personas, son otras personas, profesionales expertos y cualificados, y no se yo si se ha contado con ellos para este proyecto. Lo que sí sé, es que quienes trabajen allí seguirán dándolo todo y humanizando lo imposible, porque la sanidad no son estructuras, son personas. 

Si os cuento que iba a escribir sobre el tema de la formación, los congresos online y todo el tema de la enseñanza online que ha provocado esta pandemia, no me vais a creer, pero este era el tema que quería abordar. Y fijaos lo que me ha salido, nada que ver. Pienso que es porque necesitaba “soltar” y qué mejor lugar que en esta mi casa, el Fanzine. Este tema da para otro artículo o más, diría yo, así que lo dejaré para la siguiente ocasión.  

Todos los finales de año nos sirven para analizar y reflexionar, este 2020 estoy segura que no nos ha dejado indiferentes a nadie. Así que os invito a dejar atrás lo malo, la frustración, el cabreo, los malos pensamientos y la indignación, total ya no podemos hacer nada con el pasado ni con esos pensamientos menos aún. 

Lo que sí podemos hacer es quedarnos con lo bueno, empezar a hacer una lista de cosas con las que vamos a quedarnos, con lo que sí funciona. Y os lanzo otra pregunta. 

“¿Tú dónde quieres estar, en el lado del problema, o en el lado de la solución?”

Nuestro año #NursingNow se acabó, ¿y ahora qué? Más vale que vayamos pensando y trabajando por el “Nursing After” como le escuché en una conferencia al profesor José Miguel Morales. Es el momento de hacer lo que toca, cuando toca y donde toca. Que ese titular “Liderazgo Enfermero: motor del cambio en la transformación sanitaria” sea por fin una realidad y no se quede en frase de Twitter-postureo, sino que sea un HECHO. 

Dejemos de una vez por todas roles pasados, simbolismos de otros siglos y trabajemos juntas para definir con contundencia nuestro rol en este siglo. El liderazgo potente e influyente de las enfermeras es esencial para mejorar la salud global. ¿No lo creemos ya de una vez? Nursing Now y Nursing After, el momento es ahora. 

Y termina esta reflexión del 2020 con una palabra “RECONOCER”, tan importante que se escribe igual al derecho que al revés. 

María Teresa Pérez Jiménez

@DUEdevocacion